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miércoles, 7 de julio de 2021

Brutal caída demográfica como consecuencia de la pandemia

Unidad de cuidados intensivos para pacientes de coronavirus del Hospital
 de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona el 28 de octubre de 2020.
ALBERT GARCIA / EL PAÍS


Nunca han muerto tantas personas en España en un solo año desde que empieza la serie histórica que el Instituto Nacional de Estadística (INE) toma como referencia —empieza en 1941, dos años después del final de la Guerra Civil—. Y jamás habían nacido tan pocos niños. La coincidencia de estos dos fenómenos en 2020 deja un balance demográfico desolador, según indican los datos provisionales de movimiento natural de la población publicados este jueves por el INE. En el año que concentra el peor golpe de la pandemia han fallecido 492.930 personas, 74.227 más que en 2019. Es un 17,73 % más. Y han nacido 339.206 niños, un 5,94% menos que el año pasado. Así, el saldo vegetativo (la diferencia entre nacimientos y muertes) es el peor de toda la serie histórica: hubo 153.167 más fallecidos que alumbramientos, triplicando el dato de 2019, que ya era el peor hasta entonces.

Diego Ramiro, director del Instituto de Economía, Geografía y Demografía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), opina que “estos datos eran esperables en una situación de pandemia como la que hemos vivido. Esta crisis ha afectado a las variables principales que configuran la población”. Este experto añade un factor más al máximo de muertes y el mínimo de nacimientos para justificar el lastre demográfico del 2020: la edad media de la maternidad alcanza un nuevo récord, 32,3 años, una décima más que el año anterior.


En enero y febrero, antes del comienzo de la crisis sanitaria, las muertes de 2020 no son muy diferentes a las del año anterior. Es más, murieron menos personas en esos dos primeros meses. En marzo, cuando el virus ya se había extendido y el Gobierno decretó el confinamiento, la tendencia cambia radicalmente: 37.058 en 2019 y 58.124 en 2020. El mes con más diferencia respecto al año anterior es abril, cuando fallecieron 60.951 personas, un 78,21% más que en 2019. Entonces se vivió lo peor de la pandemia, con hasta 900 decesos por covid notificados en un solo día.

La cifra de fallecidos por coronavirus registrada por el Ministerio de Sanidad (50.837 a 31 de diciembre de 2020) dista muchísimo de la diferencia entre los fallecidos en 2019 (418.703) y 2020 (492.930). También está muy lejos si ampliamos la mirada con una media del total de muertos anuales entre 2015 y 2019: 420.825. El registro del Gobierno de muertos por covid no incluye a miles que fallecieron por covid en la primera ola, pero cuyo diagnóstico no fue confirmado con una prueba de laboratorio. Esto no quiere decir que el exceso de mortalidad que recogen los datos de INE se adscriba exclusivamente al coronavirus: una parte de esos decesos se puede deber a otros motivos, como las enfermedades que no fueron correctamente tratadas por la saturación de hospitales y centros de salud. Joaquín Recaño, presidente del grupo de población de la Asociación de Geógrafos Españoles, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona e investigador del Centro de Estudios Demográficos explica que “la pandemia es la causa principal del aumento de la mortalidad, pero de momento no tenemos un retrato fidedigno de cuáles son las muertes por covid y cuáles se deben a otras razones”.

Por comunidades, los peores datos son los de Madrid. Es la autonomía que mayor incremento de muertes sufre respecto al año pasado, un 41,17% más, con 19.418 decesos más que el año anterior. Los dos territorios fronterizos con la Comunidad de Madrid son el segundo y el tercero más afectados: en Castilla-La Mancha han crecido las muertes un 32,33 % y en Castilla y León, un 25,97%. En el otro lado de la balanza se encuentran Canarias (4,19%), Galicia (4,97%) y Murcia (5,78%). Saber más


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