El combate se produjo a seis kilómetros de la capital los días 26 y 27 de marzo de 1809, en el entorno del entonces caudaloso río Guadiana, hace ya 213 años.
El historiador Antonio José Martín de Consuegra nos explica las claves históricas y militares, y como se desarrolló la contención por los artilleros españoles del empuje invasor durante 16 horas los puentes Nolaya y del Molino del Emperador, y la silenciosa maniobra nocturna de los lanceros polacos del Vístula (apodados ‘Infernos picadores'), que utilizaron el estrecho y vetusto paso de Calatrava la Vieja para cruzar y sorprender de día a los nacionales por un flanco que apenas estaban protegiendo. Saber más
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Clemente Dorado y Antonio Martín de Consuegra delante de lamaqueta de la batalla del 26 y 27 de marzo de 1809 / J. Jurado |
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