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viernes, 4 de febrero de 2022

Tiempo y clima en la Antártida (Archipiélago Shetland del Sur). 3ª Parte


El archipiélago Shetland del Sur y el sector noroccidental de la Península Antártica, son regiones con un clima claramente delimitado del resto del continente. Es el más templado de los climas antárticos debido a la influencia atemperadora de las aguas marinas libres de hielos, que se deja sentir a lo largo de todo el año.

El archipiélago Shetland del Sur 
La localización de la región justo al sur del paralelo 60°S condiciona las características del campo de presión, siendo una zona de elevada ciclogénesis. La región se encuentra ligeramente al norte de la posición media del cinturón circumpolar de bajas presiones, que se ubica por término medio entorno a los 66°S.

El valor anual de la presión se sitúa en torno a 990 hpa en verano (y ligeramente superior en invierno), fruto del constante tránsito de ciclones. Sufre grandes variaciones diarias. Un fenómeno que ocurre con cierta frecuencia es un descenso brusco de presión (en ocasiones de más de 40 hPa), seguidos de ascensos similares, sin variación aparente de viento.

La temperatura del aire en verano suele estar de media por encima de 0º C, con máximos que superan los 10º C y mínimos absolutos entre -5 y -10º C. Durante el resto del año las temperatura media está en torno a -3º C, con mínimas absolutas entre -30 y -35º C.

La precipitación en esta zona climática es de carácter frontal y se produce normalmente en forma nivosa aunque, durante el verano, cuando las temperaturas superan con frecuencia los 0° C, pueden caer en forma de lluvia líquida. La precipitación es mucho más abundante en la costa oeste de la Península, al estar enfrentada a los vientos dominantes de esa dirección, con gran recorrido marítimo (se registran 1100 mm anuales en Melchior y unos 600 mm en Decepción). No obstante en la Antártida es más fiable hablar de días de precipitación al año que de cantidades precipitadas, debido a la dificultad que entraña la medida de precipitación sólida. La precipitación se puede registrar en algunos lugares hasta en casi un 90% de los días.

La nubosidad es muy elevada, siendo la mediana anual el 63 % aproximadamente, gracias al abundante vapor de agua disponible y al paso frecuente de ciclones móviles sobre la región. La visibilidad suele ser buena, sólo disminuida por la presencia de precipitación. No obstante es abundante la presencia de neblinas. Esporádicamente aparecen de forma rápida e intensa, nieblas de advección al presentarse vientos flojos, húmedos y más cálidos que el agua del mar. Debido a la alta nubosidad en la zona, la insolación es muy baja, difícilmente alcanzando el 20% del tiempo sin nubosidad.


El viento es un elemento fundamental, pues de su predicción depende en muchas ocasiones la posibilidad de realizar expediciones y trabajos en el exterior de las BAE. En la zona dominan los sistemas de baja presión que continuamente circulan hacia el este o sureste, salvo las depresiones que pasan del mar de Bellinghausen al de Weddell a través de la Península Antártica. Esto hace que se produzcan cambios bruscos en las condiciones meteorológicas, al pasar de vientos flojos a fuertes o al contrario, lo que modifica el estado del mar y produce ventiscas sobre tierra. Por ello los vientos de componente norte son los dominantes durante el año. Es frecuente la existencia de temporales de viento que superan los 100 ó 120 km/h en el verano antártico, siendo la dirección predominante la del primer cuadrante, NE, seguido del tercero y cuarto. Hay que tener en cuenta que la orografía de la zona puede desviar el flujo y modificar su velocida.  Saber más



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