El terremoto y posterior tsunami que golpeó Japón en marzo de 2011 y que afectó gravemente la central nuclear de Fukushima, también se dejó sentir en el cielo. Imágenes de la NASA han captado el movimiento de electrones en la atmósfera superior.
Fue concretamente en la ionosfera donde quedaron registradas las ondas de energía de ambos fenómenos que resultaron devastadores en la superficie pero que dejaron igualmente su marca en una franja que dista de la corteza terrestre desde los 80 a los 805 kilómetros.
La ionosfera es la última y más delgada capa de la atmósfera, donde la radiación ultravioleta quiebra las moléculas y deja un rastro de electrones e iones.
En las imágenes reveladas por la NASA se observa cómo las turbulencias procedentes del terremoto y el tsunami tuvieron tanta violencia queimpulsaron los electrones de las capas altas, como recogieron los satélites y los receptores GPS. Saber más
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