La empresa propietaria de la fabrica (Ebro Foods, denominada anteriormente Ebro Puleva) demolió por voladura el símbolo más destacado del sector agrario en la capital y que fue un ‘motor’ de la economía provincial durante más de tres décadas.
La azucarera de Ciudad Real echó a andar en la campaña de los años 1972-73. La fábrica fue en su día una importante fuente de puestos de trabajo, ya que casi una plantilla de 300 empleados trabajaba en ella en épocas de campaña y alrededor de 5.000 agricultores de la región se dedicaban al cultivo de la remolacha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario