La sostenibilidad de las ciudades pasa en la actualidad por sustituir la construcciones basadas en hormigón por nuevas cubiertas ecológicas que permitan absorber el gas carbónico generado por el tráfico para producir más oxígeno.
Alemania es el paradigma de este nuevo concepto de edificación que puede mitigar el impacto ambiental en las grandes urbes. Empresas vascas ha desarrollado una gama de cubiertas ajardinadas que a través de un innovador sistema de capas superpuestas conserva estable la temperatura de la azotea del edificio, ofreciendo un ahorro del 37% en la factura energética del edificio.
Las láminas superpuestas en las cubiertas logran un control preciso de la temperatura del edificio, permitiendo calentar el interior del inmueble en invierno, mientras que en verano lo refrescan. Prestación que se traduce en un ahorro energético de hasta un 37% en la factura de coste energético de los edificios.
Un ejemplo de sería la terminal T4 de Barajas, la azotea del centro hospitalario de Castro Urdiales, etc. En Europa las cubiertas verdes están consolidadas porque los países como Alemania subvencionan su instalación.
La misión de esta capa es acumular el agua de lluvia y riego en las cubetas hasta que estos dispositivos queden cubiertos.
El agua sobrante va por los pasillos de la lámina de impermeabilización a los canales de la cubierta para después acabar en el desagüe. "Las cubiertas cuentan con un desnivel entre el 1 y el 5% para facilitar que el agua pueda ser evacuada y no se acumule en la superficie".
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