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Playa de Marenys de Rafalcaid playa de Venècia. Gandía (Valencia) Foto. Juan Martín Martín. Realizada con un dron |
Seguramente que en más de una ocasión nos hemos preguntado ¿por que el agua del mar y de los océanos es salada y por aué la de los ríos es dulce?
Durante millones de años los ríos han ido depositando en los océanos diferentes sales minerales procedentes de la erosión de las rocas. Con el tiempo, la acumulación de estos sedimentos ha provocado que las grandes masas de agua oceánicas alcancen un índice de concentración de sal o salinidad medio del 3,5%, es decir, 35 gramos de sal por cada litro de agua.
Los dos principales elementos contenidos en el agua de mar son el cloro (1,9%) y el sodio (1%) que, al combinarse, dan lugar al cloruro de sodio o sal común. Además de las corrientes de agua que desembocan en el mar, hay otros fenómenos que contribuyen a alimentar la salinidad, como los deshielos, la evaporación del agua, las erupciones volcánicas y las aberturas hidrotermales. Saber más
