Ciudad Real conserva pocos restos medievales, tal vez por la mala gestión urbana de los años 70 y 80 del pasado siglo.
Después de muchos años sin saber qué hacer con la zona ocupada por el arco del antiguo alcázar de Alfonso X, se ha restaurado el viejo arco y se han recuperado algunas de la galerías subterráneas.
En la parte oeste de la parcela se descubrió un muro cortado, así como el foso defensivo excavado en la roca ante el paramento, que formarían parte de la muralla de Villa Real junto al Alcázar.
Se trata de un muro de mampostería de piedra caliza trabado con argamasa de cal, arena y algo de puzolana, que se construye adosándose a la roca recortada, dando cara solamente al exterior.
El foso defensivo en forma de 'V' estaba excavado en la toba volcánica a entre 60-70 cm del muro. Conservaba 2,40 metros de ancho en la parte superior, 40-60 centímetros en la zona inferior y 2,20 metros de profundidad.
Gracias a las obras realizadas, se han consolidando y balizado los restos de muro y el foso descubiertos que se han protegido mediante una cubierta de chapa de acero cortén y cristal que los aísla al tiempo que los hace visible desde la parte superior.
Cuando se vació el foso, se encontraron restos de animales y cerámicas muy fragmentadas de recipientes pertenecientes a la vajilla de servicio, como ollas, pucheros, cazuelas, una jarra o cántaros incompletos de entre la segunda mitad del XIII y principios del XIV. Saber más.
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